De la notable aventura de los cuadrilleros y la gran
ferocidad de nuestro buen caballero Don Quijote y
cómo finalmente su fama se convirtió en algo muy
rentable
Wo von dem bemerkenswerten Abenteuer mit den
Soldaten und von der großen Wildheit unseres guten
Ritters Don Quijote berichtet wird und wie sein Ruhm
rentabel wurde
El juez se despidió de su querida hija pues a la mañana siguiente muy temprano quería seguir camino a
Sevilla. Tanto ella como él lloraron aunque la chiquilla
realmente no se quería ir a las Indias con su padre,
pues todo lo que había oído de aquellas tierras no le
había gustado.
Der Richter verabschiedete sich von seiner geliebten Tochter, denn am nächsten Morgen in der Frühe,
wollte er seinen Weg nach Sevilla fortsetzen. Sie wie
er weinten, doch das Mädchen wollte wirklich nicht
mit ihrem Vater nach Amerika gehen, denn alles, was
sie über diesen Kontinent gehört hatte, hatte ihr nicht
gefallen.
Después de que el juez se hubo retirado, los cabreros bebieron tranquilamente su vino, escuchando
las hermosas canciones del chicuelo, que tal y como
había dicho la chiquilla no hablaba nunca, sino que
cantaba, al pensar que únicamente en la música hay
algo de verdad.
Nachdem der Richter sich zurückgezogen hatte,
tranken die Hirten ruhig ihren Wein und lauschten
dem wunderbaren Gesang des Knaben, der tatsächlich, ganz so wie das Mädchen es gesagt hatte, nie
sprach, sondern nur sang, wohl in dem Glauben,
dass allein in der Musik Wahrheit sei.
Quiero caer en sus manos,
sentir cayendo su traje.
Ser una florecilla de cereza
en esta mano liviana de mujer.
Quisiera que me mirara,
ver su alma reposando en su mano
cuando sus ojos planean
sobre mis hojitas blancas.
Ich möchte in ihre Hände fallen,
fallend ihr Gewand spüren.
Eine Kirschblüte sein
in dieser leichten Frauenhand.
Ich möchte, dass sie mich anschaut,
in ihrer Hand ruhend ihre Seele sehen,
wenn ihre Augen gleiten
über meine weißen Blütenblätter.
Les hizo pensar sus canciones en su infeliz compañero Crisóstomo y se veía una que otras lágrimas
cayendo por las mejillas.
Seine Lieder erinnerten sie an ihren Gefährten
Grisóstomo und man sah die eine oder andere Träne
über ihre Wangen fließen.
De repente entraron tres soldados de la Santa Hermandad acompañados del barbero, cuyo yelmo de
Mambrino había conquistado Don Quijote en singular
batalla y cuyo aparejo había robado Sancho Panza
en no tan singular hurto. Apenas vio el barbero, no
hay que confundir este barbero con el otro, a Sancho
Panza, gritó a los soldados de la Santa Hermandad:
Plötzlich betraten drei Soldaten der Santa Hermandad, vom Barbier begleitet, dessen Helm des Mambrino Don Quijote in einer einzigartigen Schlacht erobert hatte und dessen Pferdegeschirr Sancho Panza
in einem weniger einzigartigen Diebstahl gestohlen
hatte, die Kneipe. Der Barbier sah Sancho Panzo sofort, man muss diesen Barbier nicht mit dem andern
verwechseln, er schrie den Soldaten der Santa Hermandad zu:
- ¡Detenedlos! El flaco - y diciendo esto apuntó
a Don Quijote - me robó mi bacía y el gordito -
apuntando a Sancho Panza - mi aparejo.
"Nehmt sie gefangen! Der Dünne“, hierbei zeigte er auf Don Quijote, „hat mir meine Schüssel
gestohlen und der Dicke“, dabei deutete er Sancho
Panza, „mein Pferdegeschirr.“
Les contó toda la historia. Cómo Don Quijote lo
había agredido sin ninguna razón, cómo se había
salvado saltando de su mulo, cómo había escapado y que había vuelto después para constatar que lo
habían desplumado y que le habían robado su bacía,
su aparejo y su alforja.
Er erzählte ihnen die ganze Geschichte. Wie Don
Quijote ihn ohne Grund angegriffen hatte, wie er sich
durch einen Sprung von seinem Maultier gerettet hatte, wie er geflüchtet und dann zurückgekommen war,
um festzustellen, dass man ihn ausgeplündert und
seine Schüssel, sein Pferdegeschirr und seine Satteltasche gestohlen hatte
Tantos detalles dieron del asalto, que los soldados
lo creyeron.
So detailliert beschrieb er den Überfall, dass die
Soldaten ihm glaubten.
Don Quijote estaba seguro de que finalmente comprenderían que todo era mentira y que en honesta
batalla, caballero andante contra caballero andante,
fue el modo en que se hubo adueñado del yelmo de
la polémica. Sancho Panza, que se veía ya yendo encadenado a galeras, temblaba como un flan.
Don Quijote war sich sicher, dass sie schließlich verstehen würden, dass dies alles eine Lüge war, dass
er sich in ehrlicher Schlacht, fahrender Ritter gegen
fahrenden Ritter, des fraglichen Helmes bemächtigt
hatte. Sancho Panza, der schon sah, wie man ihn in
Ketten auf die Galeeren schleppte, zitterte wie ein
Pudding.
Los soldados se encaminaron primero hacia Sancho Panza, porque de él esperaban más resistencia
que de Don Quijote, siendo éste mucho más flaco.
Die Soldaten wandten sich Sancho Panza zu, weil
sie von ihm mehr Widerstand, als von Don Quijote
erwarteten, da dieser ja so viel dünner war.
- ¡Tranquilos! - pidió solícito el cabrero a los soldados.
Ruhig Blut!“, sagte der Hirte zu den Soldaten.
Los soldados no le hicieron el menor caso y se oyó
nuevamente el bum, bum de los garrotes.
Die Soldaten achteten nicht auf ihn und man hörte
wieder das Bum, Bum der Hirtenstäbe.
- ¡Tranquilos, he dicho! - repitió el cabrero.
- ¡Canalla! - le replicó uno de los soldados - ¿Tú
sabes quiénes somos?
- Sí - respondió el cabrero – unos miserables servidores del rey
„Ruhig Blut, hab’ ich gesagt“, wiederholte der Hirte.
„Schurke!“, antwortete ihm einer der Soldaten,
„weißt du wer wir sind?“
„Ja“, antwortete der Hirte, „einige erbärmliche Diener des Königs.“
Trataron de desenfundar sus espadas, pero aunque
estaban de pie y los cabreros tranquilamente sentados y a pesar de que tenían los garrotes en el suelo,
no lograron hacerlo. Con tal rapidez se movieron los
cabreros que antes de que pudiesen echar mano a
sus espadas, ya habían recibido sendos puñetazos
en el pecho y en el brazo; y con tanta fuerza, que
tuvieron que dejar las espadas donde estaban.
Sie versuchten, ihre Schwerter zu ziehen, doch obwohl sie standen und die Hirten friedlich saßen und
ihre Knüppel auf dem Boden lagen, schafften sie es
nicht. Mit einer solchen Geschwindigkeit bewegten
sich die Hirten, dass, noch bevor sie ihre Schwerter
zücken konnten, sie schon so gewaltige Faustschläge gegen die Brust und auf den Arm bekommen hatten, dass sie die Schwerter da lassen mussten, wo
sie waren.
Escuchad, si queréis haceros los héroes aquí,
seguramente moriréis como héroes, mas sabed
que eso a vuestro rey no le importará lo más mínimo - les expuso el cabrero.
„Hört, wenn ihr die Helden spielen wollt, dann
werdet ihr wie Helden sterben. Doch wisst, dass
dies euren König nicht im geringsten interessiert“,
machte der Hirte ihnen klar.
- ¿Acaso sois vos otro bandido? – le inquirió el soldado agarrando con una mano aquélla de la
que anteriormente había recibido el golpe, ¿sois
compañero de este malnacido?
„Hört, wenn ihr die Helden spielen wollt, dann
werdet ihr wie Helden sterben. Doch wisst, dass
dies euren König nicht im geringsten interessiert“,
machte der Hirte ihnen klar.
„Seid Ihr vielleicht ein anderer Bandit?“, fragte ihn ein Soldat und umklammerte mit der einen Hand die
Hand, die den Schlag erhalten hatte. „Seid Ihr ein
Genosse dieses Halunken?“
- No, yo soy aquél que te da de comer, porque
yo soy el que paga los impuestos, para que el
rey te pueda pagar - le arguyó el cabrero - y por
eso quiero estar seguro de que trabajas bien y
de momento, te confieso que no estoy nada convencido de ello.
„Nein, ich bin der, der dir zu essen gibt, denn ich
bin der, der die Steuern bezahlt, damit der König
dich bezahlen kann“, erwiderte ihm der Hirte, „und
deswegen will ich sicher gestellt sehen, dass du gut
arbeitest, wovon ich im Moment absolut nicht überzeugt bin.“
- Pero nuestro oficio es apresar a los criminales
y estos dos no sólo despojaron al barbero, sino
que también liberaron a seis delincuentes que
iban con cadenas a las galeras.
„Aber unsere Aufgabe ist es, die Banditen gefangen zu nehmen und diese zwei haben nicht nur den
Barbier ausgeraubt, sondern auch sechs Verbrecher, die in Ketten zu den Galeeren geführt wurden,
befreit.“
Ah. ¿Eso es lo que os han contado vuestros
compañeros?
„Ah! Das haben dir deine Kollegen erzählt?“
- Sí, esto nos dijeron: que diez caballeros, muy
bien armados y fuertes como robles, los habían
embestido; y a pesar de que lucharon como fieras, finalmente fueron vencidos. Y éste es uno de
ellos, porque de él se acuerdan muy bien.
„Ja, das haben sie erzählt. Dass zehn Reiter, alle
wohl bewaffnet und stark wie Eichen, sie angegriffen hätten. Und obwohl sie wie die Löwen gekämpft
hätten, seien sie besiegt worden. Und das ist einer
von ihnen, an ihn haben sich alle sehr gut erinnert.“
- Ah. ¿Decís que diez eran? ¿Es posible también
que fuese uno solo pero tus colegas estaban tan
borrachos que uno bastaba para vencerlos?
„Ah. Du sagst es waren zehn? Ist es möglich, dass
es nur einer war, aber dass deine Kollegen so besoffen waren, dass einer reichte, um sie zu besiegen?“
- A mí me dijeron que eran diez - y de ahí no salía
el soldado.
„Mir haben sie gesagt, dass es zehn waren“, und
davon wich der Soldat nicht ab.
- Y yo no veo más que uno, porque el otro apenas
cuenta. ¿Quieres que entremos más en los detalles y que contemos a tu superior lo que realmente pasó? - dijo el cabrero intimidando al
lacayo de la Santa Hermandad.
„Also ich sehe nur einen, denn der andere zählt fast
nicht. Willst du, dass wir mehr in die Details gehen
und deinem Vorgesetzten erklären, was wirklich vorgefallen ist?“ fragte der Hirte und schüchterte damit
den Soldaten der Santa Hermandad ein.
- Mas cierto es, que me despojaron de todo lo
que dije - intervino el barbero.
„Sicher ist auf jeden Fall, dass sie mich all der Dinge
beraubt haben, die ich nannte“, mischte sich der
Barbier ein.
- Mira - añadió el cabrero - Tu problema no es
que te robaron tu bacía y tu aparejo, tu problema
es que tu negocio no va bien y que te mueres
de hambre porque esperas que la gente vaya a
tu negocio a hacerse afeitar, pero la gente que
trabaja no tiene tiempo que perder en eso. Nosotros, por ejemplo, no podemos dejar nuestras
ovejas en el campo para ir a tu barbería para que
nos afeites. Me imagino que ya te habrás dado
cuenta de que en las laderas y a lo largo del arroyo que pasa por tu pueblo siempre hay cabreros.
¿Por qué no te vas tú donde están ellos, puedes
incluso cobrar un poco más? Creo que este consejo te puede servir más que tu bacía
„Schau mal“, erwiderter der Hirte. „Dein Problem ist
nicht, dass sie dir deine Schüssel und dein Pferdegeschirr geklaut haben. Dein Problem ist, dass
dein Geschäft nicht läuft und du fast verhungerst,
weil du darauf hoffst, dass die Leute zu dir kommen, um sich rasieren zu lassen, aber die Leute, die
arbeiten, haben dafür keine Zeit. Wir zum Beispiel
können unsere Schafe auf den Feldern nicht alleine
lassen, um in deinen Friseurladen zu gehen, damit
du uns rasierst. Ich denke du hast schon bemerkt,
dass an den Berghängen und entlang des Flusses,
der durch dein Dorf fließt, immer Hirten sind. Warum
gehst du nicht dahin, wo sie sind, du könntest sogar
mehr verlangen. Ich glaube dieser Ratschlag dient
dir mehr, als deine Schüssel.“
Tales consejos eran tan convincentes como los garrotes y por lo tanto los soldados y el barbero prefirieron no insistir. El último que se quejó fue el tabernero,
porque la otra vez Don Quijote no le había pagado
por los servicios rendidos.
Diese Ratschläge waren so überzeugend wie die
Knüppel und deshalb zogen es die Soldaten und der
Barbier vor, nicht auf ihrer Meinung zu beharren. Der
letzte, der sich beklagte war der Kneipenwirt, denn
das letzte Mal hatte Don Quijote nicht für die geleisteten Dienste bezahlt.
- Verás - le comentó el cabrero - el nombre de
Don Quijote ya está propagándose por toda España y
seguramente, dentro de un par de años, habrá miles
de personas que querrán visitar todos los sitios donde ocurrieron estas hazañas que ahora se cuentan en
las tabernas, lo que significa que habrá miles de personas que se desplazarán hasta aquí sólo por ver la
Taberna donde Don Quijote había pasado un par de
días con sus respectivas noches. Lo único que tienes
que hacer tú es llamar tu taberna „Al Don Quijote“ y
poner unos carteles anunciadores a lo largo del camino que lleva a tu taberna. Y te aseguro, que gracias a
este hombre más pronto que tarde, serás un hombre
rico. Él no te debe nada; tú le debes a él todo lo que
ganarás en el futuro.
„Du wirst sehen“, erklärte ihm der Hirte, „der Name
von Don Quijote verbreitet sich nun über ganz Spanien und schon in ein ein paar Jahren wird es sicher
Tausende von Leuten geben, die all die Orte besuchen
wollen, wo sich diese Heldentaten ereignet haben,
die man jetzt in den Kneipen erzählt. Dies bedeutet,
dass Tausende von Personen hierher kommen werden, nur um die Kneipe zu sehen, wo Don Quijote
ein paar Tage mit den dazugehörigen Nächten verbracht hat. Das Einzige, was du machen musst, ist
deine Kneipe ZUM DON QUIJOTE nennen und ein
paar Hinweisschilder an den Wegen anbringen, die zu
deiner Kneipe führen. Ich versichere dir, dass du dank
dieses Mannes schon sehr bald ein reicher Mann sein
wirst. Er schuldet dir nichts, du schuldest ihm etwas
für all das, was du durch ihn verdienst.
Habiendo dicho esto, se dirigió al cura.
Nachdem er das gesagt hatte, wandte er sich dem
Priester zu.
- Escuchadme vos, Sr. cura. He visto que os burlabais de este caballero, vuestro vecino para más señas. Y creo, porque de tonto no tenéis ni un pelo, que
ya comprendisteis que eso no me gusta.
Yo quiero que lo llevéis a casa, porque efectivamente se corre el riesgo de que, en su locura, se agrede a si mismo; mas esta vez lo vais a hacer, os lo
ruego, sin burlaros más de él.
Si llegamos a enterarnos de que hacéis burla de
él, y os advierto que somos como Dios mismo, nos
enteramos de todo, de absolutamente todo y os encontraremos adondequiera que vayáis y os haremos
pagar por tal ofensa. Ya por último os diré, que la
recompensa a vuestros actos no la encontrará en el
más allá, sino más bien en este mundo y os puedo
asegurar que esto es más seguro que cualquier verdad divina. ¿Me habéis entendido?
Hört mir zu, Herr Pfarrer. Ich habe gesehen, wie
Ihr Euch über diesen Ritter, Euren Nachbarn, lustig
gemacht habt. Ich glaube Ihr habt verstanden, Ihr
seid ja nicht dumm, dass mir das nicht gefällt. Ich
will, dass Ihr ihn nach Hause bringt, denn es besteht
tatsächlich die Gefahr, dass er sich in einem seiner
Anfälle selbst schadet. Doch dieses Mal, darum bitte
ich Euch, werdet Ihr es tun, ohne Euch über ihn lustig
zu machen. Wenn wir erfahren, dass Ihr Euch über ihn
lustig macht, und ich sage Euch, wir sind wie Gott,
wir erfahren alles, absolut alles, und wir werden Euch
finden, wo immer Ihr auch seid, dann lassen wir Euch
für eine solche Beleidigung bezahlen. Schließlich
sage ich Euch, dass Ihr den Lohn für Eure Taten nicht
im Jenseits finden werdet, sondern im Diesseits und
ich sage Euch, dass dies wahrer ist, als die göttliche
Wahrheit. Habt Ihr mich verstanden?“
Sí, sí, sí - contestó atropelladamente el cura.
„Ja,ja,ja“, antwortete der Pfarrer verschreckt.
Y la reina de Micomicón también comprendió que
su misión se había acabado.
Und auch die Königin von Micomicón verstand,
dass ihre Mission zu Ende war.