Donde se continúa la agradable historia del mozo
con otros estraños acontecimientos en la venta sucedido.
Wo mit der angenehmen Geschichte von dem Knaben fortgefahren wird und von anderen komischen
Dingen, die sich in der Schenke ereigneten.
No podían imaginarse Dorotea y Lucinda qué relación podía haber entre el niño cantor de la cima de la
colina, que según se podía adivinar por la forma en la
cual estaba vestido, era un pobre cabrero, y esta niña
que, aparentemente, provenía de una familia noble o
por lo menos muy acomodada porque si así no fuere,
no viajarían con cuatro mozos. Su padre no había
oído al ángel músico, porque como no había cama en
la taberna, hubo cantidad de cosas que aclarar con el
tabernero. Si bien, al final, llegaron a un acuerdo.
Dorotea und Luscinda konnten sich nicht vorstellen,
welche Beziehung zwischen dem singenden Knaben
auf dem Hügel, der, wie man aus seiner Kleidung
schließen konnte, ein armer Hirte war und diesem
Mädchen, das offensichtlich aus einer noblen oder
wenigstens wohlhabenden Familie stammte, denn
sonst würden sie kaum mit vier Lakaien reisen, bestehen könnte. Ihr Vater hatte den Musikengel nicht
gehört, denn da es in der Taverne kein Bett gab, hatte
er mit dem Kneipenwirt eine Menge Dinge zu klären,
obwohl sie sich zum Schluss einigten.
Lucinda y Dorotea se acercaron a la niña que sollozaba desconsoladamente con la cara entre las manos; y para no asustarla, se arrodillaron delante de
ella y le preguntaron por qué lloraba con tanta congoja.
Luscinda und Dorotea näherten sich dem Mädchen, welches das Gesicht in den Händen verborgen,
weinte. Um es nicht zu erschrecken, knieten sie sich
vor ihr hin und fragten sie, warum sie so schmerzlich
weine.
- No sé - dijo ella - ¡me ponen tan tristes estas
canciones!
- ¿Las del cabrero? - preguntáronle seguidamente.
- Pero si no es un cabrero - respondió ella.
- ¿Cómo, que no es un cabrero? ¿Y tú, cómo lo
sabes?
- ¡Es que lo conozco!
- ¡Ah! Y estás enamorada de él ¿verdad? –le espetaron las dos empedernidas románticonas.
- ¡¡Sí, sí, sí!! - dijo la zagala mientras seguía llorando
„Ich weiß nicht“, sagte sie, „diese Lieder machen
mich so traurig!“
„Die des Hirten?“, fragten sie.
„Aber er ist doch kein Hirte“, antwortete sie.
„Wie das? Er ist kein Hirte? Woher weißt du das?“
„Ich kenne ihn doch!“
„Ah! Und du bist verliebt in ihn, stimmt’s?“, fragten
ihn die zwei Romantikerinnen.
„Ja, ja!“, sagte das Mädchen, während sie weiter
weinte.
¡Caray, qué historia! Y parece que el niño también la
quería puesto que ciegamente y sin importarle nada,
la había seguido.
Meine Güte, was für eine Geschichte! Und es
schien, dass auch der Knabe sie liebte, denn er war
ihr blind, ohne auf irgendetwas Rücksicht zu nehmen,
gefolgt.
- ¿Y dónde ha aprendido a cantar de esta manera? - quisieron saber.
- ¡Es que no lo sé, él siempre ha sido así!
- Siempre así ¿cómo?
- Me refiero a que él siempre canta, no habla - les
aclaró
„Und wo hat er so singen gelernt?“, wollten sie von
ihm wissen.
„Ich weiß es doch nicht, er war schon immer so!“
„Wie so?“
„Also er singt immer, er spricht nicht“, klärte sie sie
auf.
Y otra vez se oyó aquella música celestial que hizo
temblar a la niña, al tiempo que las lágrimas rodaban
por sus sonrojadas mejillas.
Und wieder hörte man diese himmlische Musik, die
das Mädchen erzittern ließ, während die Tränen über
ihre Wangen flossen.
Pones… tu mano sobre… mi alma.
No puedo imaginar
estar con nadie más…
no lo quiero ni pensar…
Sigue tu mano,
duermes con calma.
Me duele recordar
que pronto acabará.
¡No lo puedo soportar!
Du legst ...deine Hand auf ...meine Seele.
Ich kann mir nicht vorstellen,
mit jemandem anderen zu sein...
will es mir nicht mal vorstellen...
Du behälst deine Hand,
du schläfst ruhig.
Die Erinnerung schmerzt mich,
die bald gelöscht,
Ich kann es nicht ertragen!
¡Cuántos bellos recuerdos! entre fuertes oleadas
como océanos inmensos, ahora ya se devastan.
Ahora escucha la brisa de ayer, tan llena de calma.
Hoy se ha roto el acuerdo;
hoy mi vida, la cambias.
Wieviele schöne Erinnerungen! Zwischen den Wellen, wie große Ozeane, jetzt werden sie zerstört.
Ich höre jetzt die gestrige Brise, so voll der Stille.
Heute ist der Einklang zerbrochen.
Heute änderst du mein Leben
¡Cuántos bellos recuerdos! entre fuertes oleadas
como océanos inmensos, ahora ya se devastan.
Ahora escucha la brisa de ayer, tan llena de calma.
Hoy se ha roto el acuerdo;
hoy mi vida... ¡se acaba!
Wieviele schöne Erinnerungen! Zwischen den Wellen, wie große Ozeane, jetzt werden sie zerstört.
Ich höre jetzt die gestrige Brise, so voll der Stille.
Heute ist der Einklang zerbrochen.
Heute endet mein Leben
Lucinda y Dorotea no sabían qué hacer de lo aturdidas que estaban y tampoco se atrevían a preguntar lo que había pasado. Acariciaron las manos de la
niña sin decir nada y cuando por fin se tranquilizó un
poco, Dorotea le preguntó:
Luscinda und Dorotea waren so verwirrt, dass sie
nicht wagten, zu fragen, was vorgefallen war. Sie
streichelten die Hände des Mädchens, ohne etwas zu
sagen. Als sie sich schließlich etwas beruhigte, fragte
sie Dorotea:
- ¿Siempre son tan amargas sus canciones?
- ¡No, qué va! Normalmente canta jotas. ¡Y también baila! ¡Es muy divertido!- respondió ella sin
apartar las manos de su cara.
- ¡Ah, vale! Pues bueno es saberlo - añadió la buena de Dorotea.
“Sind seine Lieder immer so traurig?“
„Nein, gar nicht! Normalerweise singt er Jotas. Und
er tanzt auch! Er ist lustig!“, antwortete sie, ohne
ihre Hände vom Gesicht zu nehmen.
„Ah, das ist gut zu wissen“, fügte die gute Dorotea
hinzu.
Ninguna de las dos se atrevía a preguntar algo más
concreto porque no sabían si había remedio para el
dolor de esta niña. De hito en hito miraron al padre
que no parecía mala gente pues se notaba enseguida, que su hija era lo que más quería en este mundo ya que repitió hasta la saciedad al tabernero que
quería que se preparara una cama para ella, costara
lo que costara.
Keine der Zwei wagte es, Genaueres zu erfragen,
denn sie wussten nicht, ob es für den Schmerz des
Mädchens eine Linderung geben könne. Von Zeit zu
Zeit betrachteten sie den Vater, der ein anständiger
Mann zu sein schien, denn man sah sofort, dass seine Tochter das war, was er auf dieser Welt am meisten liebte, denn er forderte den Kneipenwirt immer
wieder auf, für seine Tochter ein anständiges Bett zurechtzumachen, koste es was es wolle
En ese momento, afuera, se oyó un grito desgarrador, un grito como si alguien estuviese muriendo.
In diesem Moment hörte man draußen einen grauenhaften Schrei, einen Schrei, als ob jemand stürbe.
¿Qué pasa? - fue la pregunta que se hicieron todos.
„Was ist los?“, fragten sich alle.
En ese preciso instante, Don Quijote hacía guardia
delante del castillo porque era menester hacerlo así,
estando dentro la reina de Micomicón.
Genau zu diesem Zeitpunkt hielt Don Quijote Wache
vor der Burg, denn dies war unumgänglich, da doch
die Königin von Micomicón in dieser Burg verweilte.
Maritornes, la moza de la taberna, y la hija del tabernero lo observaban desde una buhardilla y oyeron
sus suspiros; pues cuando estaba solo sobre Rocinante, y la realidad no se entrometía en sus cosas,
era sólo lo que quería ser. Y si únicamente lo hubiese sido en su fantasía, no habría pasado nada, mas
como hablaba consigo mismo, se produjo un conflicto con la realidad, porque de esta manera las dos
chicas pudieron oír lo que pensaba y eso les pareció
muy gracioso.
Maritornes, das Hausmädchen der Kneipe, und die
Tochter des Kneipenwirtes betrachteten ihn von einer Luke aus und hörten seine Seufzer, denn wenn er
alleine auf Rocinante saß und sich die Realität nicht
einmischte, war er ganz der, der er sein wollte. Und
wenn er es nur in seiner Phantasie gewesen wäre,
wäre auch nichts passiert, da er jedoch mit sich selber
sprach, entstand ein Konflikt mit der Realität, denn so
konnten die zwei Mädchen hören, was er dachte und
das erschien ihnen ausgesprochen lustig.
Se lamentaba de que su Dulcinea del Toboso lo rechazara, repetía hasta la saciedad que sólo ella reinaba en su corazón, que día y noche soñaba con ella y
que no pensaba en otra cosa más que en ella.
Er beklagte sich, dass die unvergleichliche Dulcinea
del Toboso ihn verschmähte, wiederholte unzählige
Male, dass nur diese in seinem Herzen regiere, dass
er Tag und Nacht an nichts anderes als an sie denke.
Las dos chicas eran buenas personas, pero tan
gracioso les pareció el comportamiento de Don Quijote que no pudieron resistirse a burlarse de él. La
hija del tabernero lo llamó y lo llamó de tal manera,
que aunque no hubiese sido un loco, habría caído en
la trampa.
Die zwei Mädchen waren eigentlich nett, doch das
Verhalten des Don Quijote erschien ihnen so witzig,
dass sie der Versuchung, sich über ihn lustig zu machen, nicht widerstehen konnten. Die Tochter des
Kneipenwirts rief nach ihm, und tat dies auf eine solche Art, dass er auch dann, wenn er nicht verrückt
gewesen wäre, in die Falle getappt wäre.
Don Quijote se acercó a ella diciéndole que podía
pedirle cualquier cosa, pero que nunca podría ser
suyo, porque su corazón pertenecía enteramente a la
sin par Dulcinea del Toboso, cosa que no era del todo
cierta, pues ya sabemos que no había echado de su
cama a Maritornes cuando se encontró por segunda
vez en la taberna y Maritornes confundió su cama
con la del arriero.
Don Quijote näherte sich ihr und sagte ihr, dass
er ihr jede Bitte erfüllen würde, er aber nie der ihrige sein könne, denn sein Herz gehörte ewig der unvergleichlichen Dulcinea del Toboso, was aber nicht
ganz stimmte, denn wir wissen ja bereits, dass er Maritornes, als er sich zum zweiten Mal in der Kaserne
befand, nicht aus dem Bett geworfen hatte, als diese
sein Bett mit dem des Maultiertreibers verwechselte.
Encontrándose muy en alto la buhardilla donde las
dos chicas estaban, Don Quijote tuvo que ponerse de
pie sobre la silla de montar para verlas, mas ni tan siquiera así conseguía estar a la misma altura que ellas.
La hija del tabernero le pidió que al menos le diese
la mano, porque quería sentir su mano fuerte y los
músculos y nervios de aquella mano que tantos entuertos había enderezado, lo que Don Quijote hizo con
sumo gusto. Alzó un brazo hasta que ellas pudieron
alcanzarlo. Maritornes ya había ido a coger las riendas de un caballo y con este cuero ataron la mano de
Don Quijote al marco de la buhardilla.
Da sich die Dachluke, wo sich die zwei Mädchen
befanden, in großer Höhe befand, musste sich Don
Quijote auf den Sattel stellen, um sie zu sehen, doch
nicht mal dann, war er auf derselben Höhe wie diese.
Die Tochter des Kneipenwirts bat ihn, ihr die Hand
zu reichen, denn sie wollte seine starke Hand fühlen, die Muskeln und die Nerven der Hand, die soviel
Unrecht gerächt hatte, was Don Quijote mit großem
Wohlgefallen tat. Er hob eine Hand, bis jene sie erreichen konnten. Maritornes hatte bereits die Zügel
eines Pferdes geholt und mit diesem Lederriemen
banden sie die Hand Don Quijotes an den Rahmen
der Dachluke.
Al principio, Don Quijote se maravilló de que la
mano de una chica pudiera ser tan gruesa, pero por
la poca experiencia que tenía en estas lides, no podía
distinguir bien entre la mano de una mujer y el cuero de una vaca. Siguieron hablando durante un rato
más de esta guisa: Don Quijote con el brazo en alto,
y las dos chicas haciendo esfuerzos para no estallar
en carcajadas.
Zu Beginn wunderte sich Don Quijote darüber, dass
die Hand eines Mädchens so grob sein könne, doch
da er mit solchen Dingen nur wenig Erfahrung hatte, konnte er zwischen einer Frauenhand und einem
Stück Kuhleder nicht unterscheiden. So sprachen
sie noch eine Weile miteinander. Don Quijote mit erhobenem Arm und die zwei Mädchen, die an sich
hielten, um nicht laut los zu lachen.
Cuando ambas se hubieron retirado de la buhardilla, Don Quijote quedó de pie sobre Rocinante, con un
brazo en alto; y poco a poco se fue dando cuenta de
que una vez más el hechicero, inexorable enemigo
suyo, lo había hechizado y había convertido la mano
lisa de una mujer, en cuerdas de cuero.
Als sich die beiden von der Dachluke zurückgezogen hatten, blieb Don Quijote auf Rocinante stehen,
den einen Arm erhoben. Allmählich wurde ihm bewusst, dass der Hexer, sein unerbittlicher Feind, ihn
ein weiteres Mal verhext hatte und die zarte Haut einer Frau in einen Lederriemen verwandelt hatte.
A lo largo de una hora pudo mantenerse más o menos bien erguido sobre Rocinante; después, con gran
esfuerzo, pudo resistir las dos horas, mas finalmente
sus piernas cedieron y quedó colgado por el brazo al
marco de la buhardilla, por lo que no le quedó otra
que comenzar a gritar buscando el auxilio de quien
tuviera a bien oírlo. Gritaba como si lo estuvieran degollando, con gritos tan agudos que provocó escalofríos en todos los que allí estaban.
Eine Stunde lang konnte er sich ohne weiteres
aufrecht auf Rocinante halten, dann, unter großen
Mühen, weitere zwei Stunden, doch schließlich gaben seine Beine nach und er hing mit einem Arm am
Rahmen der Dachluke, weshalb ihm nichts anderes
übrigblieb, als um Hilfe zu schreien, damit ihn jemand
hörte. Er schrie, als ob man ihn abmurksen würde,
mit so spitzen Schreien, dass allen Anwesenden ein
Schauer über den Rücken lief.
Oyendo estos gritos terribles, el barbero, el cura,
el tabernero, los cuatro mozos del señor que acaba
de llegar, el señor mismo y Cardenio, corrieron hacia
afuera a fin de averiguar quién daba tales chillidos. Al
ver a Don Quijote colgado a la buhardilla de un brazo,
Cardenio se subió al techo y cortó con su cuchillo las
cuerdas de cuero.
Als sie diese Schreie hörten, rannten alle, der Barbier, der Pfarrer, die vier Lakaien des Herrn, der Herr
selbst und Cardenio nach draußen, um nachzuschauen, wer solche Schreie von sich gab. Als sie Don Quijote an einem Arm am Rahmen der Dachluke hängen
sahen, stieg Cardenio auf das Dach und durchschnitt
mit einem Messer die Lederriemen.
Gran estruendo hizo la armadura cuando nuestro
caballero se desplomó sobre la tierra y la niña, Lucinda y Dorotea se quedaron solas en la taberna.
Die Rüstung klapperte laut, als unser Ritter auf den
Boden plumpste und Luscinda, Dorotea und das
Mädchen blieben alleine in der Kneipe.