Los
asesinatos se multiplicaban; las muchachas
desaparecían, y los niños
eran arrancados de las cunas a pesar de
los lamentos de sus madres, para servirlos
en diabólicos festines, en que, según
la creencia general, los vasos sagrados
sustraídos de las profanadas iglesias
servían de copas.
El terror llegó a apoderarse de los
ánimos en un grado tal, que al toque
de oraciones nadie se aventuraba a salir
de su casa, en la que no siempre se creían
seguros de los bandidos del peñón.
The murders were multiplying; the girls were disappearing, and the children were started of the cradles in spite of the lamentations of his mothers, to serve them in diabolical banquets, in which, according to the general credence, the sacred removed glasses of the profaned churches were serving as glasses.
The terror went so far as to take possession of the intentions in a such grade, which to the touch of prayers nobody was risking to go out of his house, in which not always there were considered sure of bandit of craggy rock.